martes, 23 de noviembre de 2010

Justificar por tener que justificar

Esta mañana en el matutino La Nación, Rolando Hanglin publicó ESTA nota bajo el título "bofetada de mujer", donde refiere al ya conocido hecho donde la diputada Camaño golpeó al diputado Kunkel, del Frente para la Victoria.

Ahora, la nota tiene un tinte particular. Es una nota de opinión donde intenta DEFENDER al acto de clara VIOLENCIA ocurrido aquel día en diputados con una herramienta de defensa, realmente, lamentable.

"Un bife de mujer a hombre no es una agresión física. La mujer no tiene musculatura suficiente para ocasionar lesiones, y el hombre generalmente no responde al golpe. La bofetada de mujer es un insulto sin palabras, no un golpe. Encierra un mensaje de desprecio, furia y advertencia. Una cachetada significa: basta."

Para Hunglin, la forma de decir basta de las mujeres es a través de los golpes. Para él, es frecuente este tipo de actos en cualquier situación de la vida cotidiana. Es más, añade lo siguiente:

"¿Qué puede hacer el hombre? Puede devolver la bofetada, si tiene reflejos y -sobre todo- si tiene motivos"

Si tiene motivos. Aquí es el momento donde todo es revelado. ¿Hay motivos para agredir a otro Hunglin? ¿Qué motivos pueden existir para golpear a otro, para ejercer la violencia?

Ni siquiera tuvo la consideración de pensar que en un espacio tan amplio de debate como la Cámara de Diputados no puede haber este tipo de sucesos ya que refleja la poca predisposición a tomar ideas contrarias a las propias.

Se trata de un manotazo de ahogado para defender lo indefendible. Violencia entre legisladores, y para La Nación no es tan grave. ¿Será porque la agresora es de la oposición? No quisiera imaginar que hubiese ocurrido si el que agredía era oficialista!!


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